Ya hemos celebrado una primera sesión exploratoria de las capacidades dialogantes entre los asistentes, que no fueron muchos, por cierto. Tampoco se ha anunciado mucho, más bien poco, y nos parecía interesante empezar 'ya'.
A los presentes de les dio, para animar la conversación, el siguiente texto:
1. Toda crítica airada es
provocada cuando vemos atacada una afirmación que mantenemos como propia.
2. Cuando esa afirmación
pertenece a un pensamiento consciente, tenemos poca dificultad en escuchar a
otros y en contestar con serenidad.
3. En el fondo, todo
hombre intenta acercarse lo más posible a la verdad sobre la realidad. A ello
nos puede ayudar encontrar interlocutores inteligentes y serenos. En la
convicción que el acceso a la verdad pertenece a todos.
4. Planteamientos que se
han dado sobre la realidad y la verdad:
-El hombre conoce la
verdad de una manera espontánea y directa en su contacto con la realidad.
-La verdad la establece el
hombre (Vigotsky)
-El progreso indica que se
puede conocer la verdad.
-El progreso indica que no
se puede conocer la verdad.
-La ciencia avanza en el
conocimiento de la verdad de una manera firme.
-La verdad científica
puede ser ‘falsada’ y lo es continuamente (declarada falsa) (Popper)
-La verdad se encuentra en
el diálogo:
-porque
hay un fondo de verdad al que todos llegamos, aunque parcialmente (Habermas)
-porque la establecemos arbitrariamente, por ejemplo a
través de grandes relatos (Lyotard)
-La realidad la crea artificialmente
el hombre (Luckmann). De hecho cada época tiene su sistema de verdades.Reconocimos que esas frases que están detrás de muchas orientaciones culturales de nuestro tiempo. ¿Fue muy subido el tono de la sesión de trabajo? Es posible, salvo que tengamos en cuenta que uno de los objetivos que nos propusimos era subir un poco el tono de nuestras conversaciones.
Se hizo alusión a que Aristóteles planteó que, al no poder ser la verdad del hombre completa y absoluta, había que hablar más bien de 'opiniones'. Al menos de verdades incompletas, sujetas a muchas mejoras. A modo de orientación final se acudió a los niveles que Tomás de Aquino dejó bien asentados:
*La Verdad de Dios crea la realidad de cuanto existe;
*Esa realidad creada guarda íntimamente la verdad que la constituye;
*Y ella inspira la verdad a la que es capaz de llegar el hombre;
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