
Tan solo quería dejar constancia en este blog, de la oración que la madre de don Álvaro, mejicana de nacimiento, enseñó a su hijo cuando era pequeño. Es fácil de aprender, sencilla y profunda de contenido.
Somos muchos los que la rezamos, una vez que supimos la devoción tan esmerada que tuvo durante toda su vida por la Madre de Dios. Le llevó esa devoción a muchos santuarios marianos que visitaba expresamente o aprovechando algún viaje cercano. En Méjico estuvo con san Josemaría y más tarde volvió como Prelado.
tu vista de mí no apartes.
Ven conmigo a todas partes
y solo nunca me dejes.
Y ya que me quieres tanto,
como verdadera Madre,
haz que me bendiga el Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo."
2 comentarios:
La había oido pero no la tenía recogida. Gracias
Mis alumnos de segundo de primaria la han aprendido enseguida. En una oración sencilla, que se entiende bien y es fácil de recitar. La recomiendo
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