VEN ESPÍRITU
SANTO
Secuencia de la
Misa de Pentecostés
AL EMPEZAR CADA
DÍA: - Ven Espíritu Santo, llena con tu
gracias los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía Señor tu Espíritu y habrá una nueva creación, y renovarás la faz de la
tierra.
Oración: -Oh Dios
que iluminaste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo. Haz
que conozcamos los rectos caminos y gocemos siempre de sus consuelos. Por
Jesucristo nuestro Señor.
DÍA 1º .- “Ven
Espíritu Santo y desde el cielo envía un rayo de tu luz”.
Las tres divinas
personas son luz. La luz es limpia, hace ver la realidad, calienta. Jesús es la
Luz que viene al mundo acompañado por el Espíritu Santo. Le acompaña a Él
siempre, por ser ambos Dios y, una vez que Él nos deja, hace que desde
Pentecostés nos acompañe.
DÍA 2º.- “Ven
padre de los pobres, ven dador de las gracias, ven luz de los corazones”.
Todos somos pobres, espiritualmente hablando,
y solo con la gracia y la luz podemos vivir y actuar bien orientados. Lo cual
no impide que el caminar sea cosa nuestra, como la persona que anda por el
bosque con una linterna: ve, pero las dificultades ha de vencerlas él.
DÍA 3º.-
“Consolador óptimo, dulce huésped del alma, dulce refrigerio”.
En nuestras
aventuras diarias hay momentos de apuro, de sobresalto. Si el Espíritu Santo
está con nosotros encontraremos paz.
DÍA 4º.- “Descanso en el trabajo, en el ardor
tranquilidad, consuelo en el llanto”.
A veces nos
agobian los quehaceres y al querer arreglar las cosas nos preocupamos. Le
pedimos descanso, tranquilidad, consuelo.
DÍA 5º.- “Oh luz
santísima: llena lo más íntimo de los corazones de tus fieles”.
La intimidad de
nuestra conciencia es la que hay que mantener limpia e iluminada. Hemos de tener
claras nuestras intenciones y tomar las decisiones debidas. Él puede llegar a
nuestra intimidad mejor que nosotros.
DÍA 6º.- “Sin tu
ayuda nada hay en el hombre, nada que sea inocente”.
Después de Adán, las inclinaciones al mal son
constantes. También a la indiferencia, a la pasividad. Nada de eso nos hace más
felices. Le pedimos reaccionar.
DÍA 7º.- “Lava lo que está manchado, riega lo
que es árido, cura lo que está enfermo”.
Roguemos al
Espíritu Santo que el agua del Bautismo nos sirva para volver a limpiar
nuestras intenciones y para dar fecundidad a nuestras obras cristianas. Y si
algo está enfermo, le pedimos que lo cure.
DÍA 8º.- “Doblega lo que es rígido, calienta
lo que es frío, dirige lo que está extraviado”.
Estas sensaciones de rigidez, frialdad,
extravío, las podemos tener a veces con toda razón. Nos ha de hacer más
flexibles, afectuosos, mejor orientados en los detalles que el amor de Dios nos
sugiera.
DÍA 9º.- “Concede
a tus fieles que en Ti confían, tus siete sagrados dones”.
Los dones del
Espíritu Santo son sabiduría, inteligencia, consejo, ciencia, fortaleza, piedad
y temor de Dios.
DÍA 10º.- “Dales el
mérito de la virtud, dales el puerto de la salvación, dales el eterno
gozo. Amén”.
Esta es la meta a la que queremos llegar al final de nuestra vida, como nos enseña el Credo. Por tanto, pedimos con entusiasmo llegar a ella.
VENI SANCTE
SPIRITUS
Veni, Sancte
Spíritus,
et emítte cælitus
lucis tuæ rádium.
Veni, pater
páuperum,
veni, dator
múnerum,
veni, lumen
córdium.
Consolátor
óptime,
dulcis hospes
ánimæ,
dulce
refrigérium.
In labóre
réquies,
in æstu
tempéries,
in fletu
solácium.
O lux beatíssima,
reple cordis
íntima
tuórum fidélium.
Sine tuo númine,
nihil est in
hómine
nihil est
innóxium.
Lava quod est
sórdidum,
riga quod est
áridum,
sana quod est
sáucium.
Flecte quod est
rígidum,
fove quod est
frígidum,
rege quod est
dévium.
Da tuis
fidélibus,
in te
confidéntibus,
sacrum
septenárium.
Da virtútis
méritum,
da salútis
éxitum,
da perénne
gáudium.
Amen.
2 comentarios:
Es algo muy simple pero recuerda la proximidad de la fiesta. Vale
No había previsto nada, así puedo empezar. Buscaré mi libro para continuar.
Publicar un comentario