Las palabras que reproducimos nos parecen que ni pintadas para este año de la fe que estamos viviendo
"Veo todas las incidencias de la vida -las de cada existencia individual y, de alguna manera, las de las grandes encrucijadas de las historia- como otras tantas llamadas que Dios dirige a los hombres, para que se enfrenten con la verdad; y como ocasiones, que se nos ofrecen a los cristianos, para anunciar con nuestras obras y con nuestras palabras ayudados por la gracia, el Espíritu al que pertenecemos.
Cada generación de cristianos ha de redimir, ha de santificar su propio tiempo: para eso, necesita comprender y compartir las ansias de los otros hombres, sus iguales, a fin de darles a conocer, con don de lenguas cómo deben corresponder a la acción del Espíritu Santo, a la efusión permanente de las riquezas del Corazón divino. A nosotros, los cristianos, nos corresponde anunciar en estos días, a ese mundo del que somos y en el que vivimos, el mensaje antiguo y nuevo del Evangelio.
No es verdad que toda la gente de hoy -así, en general y en bloque- esté cerrada, o permanezca indiferente, a lo que la fe cristiana enseña sobre el destino y el ser del hombre; no es cierto que los hombres de estos tiempos se ocupen sólo de las cosas de la tierra, y se desinteresen de mirar al cielo. Aunque no faltan ideologías -y personas que las sustentan- que están cerradas, hay en nuestra época anhelos grandes y actitudes rastreras, heroísmos y cobardías, ilusiones y desengaños; criaturas que sueñan con un mundo nuevo más justo y más humano, y otras que, quizá decepcionadas ante el fracaso de sus primitivos ideales, se refugian en el egoísmo de buscar sólo la propia tranquilidad, o en permanecer inmersas en el error." (J. Escrivá, Es Cristo que pasa, n. 132)
2 comentarios:
Lamentablemente, hay personas cerradas e ideologías que cierran las mentes de muchas personas, que no quieren mejorar, sino entorpecer o hacer fracasar a quienes trabajan por otros.
Alguien decía que en el mundo hay más personas buenas que malas, responsables que su contrario, trabajadoras que indolentes. Si no todo, las actividades en general, irían para abajo y no para arriba. Lo mismo pasa en la Iglesia y en tantos sitios. Y asún cuando temporalmente haya países que van mal, seguro que hay personas que resisten y que saldrán a la luz algún día.
El bien es superior, aunque esté tapado,m porque Dios no nos deja. Estoy seguro.
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