En el libro del Apocalipsis (11, 19a) comienza la primera lectura de la fiesta de la Asunción de María. Allí se dice que "se abrió el templo de Dios en el cielo y en él apareció su arca de la alianza".
Como recuerda el Papa, el arca de la alianza guardaba maná y las tablas de la ley, recuerdos de la presencia y de la acción de Dios en su pueblo. Esa presencia se había iniciado, como siempre que Dios interviene en la historia humana, con un diálogo entre Dios y un hombre, en otro tiempo Adán, Abraham, Moisés. Estas personas se hicieron cargo del contenido de la alianza en nombre de muchos otros, en concreto, de sus pueblos respectivos, habidos o por haber.
Cuando va a iniciarse la venida del Hijo de Dios al mundo, hay también un diálogo con la persona que va a recibir el encargo de la nueva alianza, del nuevo testamento. ¿Quién es el interpelado esta vez, la persona que va a responder en nombre de muchos, quien se va a hacer cargo de guardar, como un arca vivo, el contenido de la alianza?
La sorpresa es grande: la Virgen María. "Acogió en sí a Jesús -dice el Papa-; acogió en sí a la Palabra viva, todo el contenido de la voluntad de Dios, de la verdad de Dios; acogió en sí a Aquel que es la Alianza nueva y eterna." Esta mujer, que ha meditado la historia de su pueblo, que deseaba con toda su alma la venida del Mesías y la pedía a Dios. Es decir la más apropiada.
La propuesta de Dios la transmite un ángel, Gabriel. Y la propuesta es, aproximadamente ésta:: -Pregunta el Espíritu Santo si puede venir ya el Hijo de Dios al mundo. Que está todo preparado. Pero como va a venir como un niño pequeño, necesita una madre y, si quieres, puedes serlo tú. En cuanto digas que sí, viene.
Lo que va a hacer el Hijo de Dios en la tierra Ella ya lo sabe: sobre todo debe reformar los corazones de los hombres para que acojan a Dios y vivan según su voluntad. Eso era lo que la Virgen deseaba. Pero para eso, hace falta que Jesús venga y esa venida ha de aceptarla María, la interlocutora con Dios en esta nueva alianza. ¿Quieres tú recibir al Mesías? Habrán de hacerlo los hombres todos a través de los tiempos, ¿lo quieres iniciar tú, recibiéndole en tu seno? Si aceptas la nueva alianza prometida y quieres que Él venga, acógelo en tu seno, ¿querrás hacerlo? ¿Querrán los hombres acogerlo en sus vidas después de tí? La alianza se ejecuta "no en el monte Sinaí, sino en el seno inmaculado de María", dirá el Padre en su carta.
La humildad de la Virgen no le nubla entender el 'papelón' que le a ha correspondido cumplir, y así lo dice a Isabel: -Me van a llamar bienaventurada.
Porque este arca viva de la alianza ha salido corriendo a ayudar a su prima. "no es un mueble", como el arca anterior, esta es una persona viva que guarda la alianza realizando su vida ordinaria. Es un arca viva. Es portadora de Jesús y de su mensaje de caridad y, claro, sin querer lo comunica. Simplemente con su presencia hace presente a Jesús. Como debe ocurrir en los sitios en que nosotros estemos presentes, como guardadores que somos de la nueva alianza.
María sigue siendo el arca primera y perenne, la que guarda la Eucaristía.
3 comentarios:
Obviando el mal gusto de usar el rostro de su esposa para representar a la madre del cielo, me cautivó la forma en que Dalí, consciente o no, representó, en la segunda versión de "La Madonna de Port Lligat", el misterio de María como nueva "arca" de la alianza eucarística (recomiendo un vistazo al link): http://dali.urvas.lt/forviewing/pic28.jpg
Magnífico blog que acabo de conoce. Lo enlazo al mío.
Es una costumbre antigua la de usar sagrarios situados en el seno de una talla de la Inmaculada. Pero, por respeto, se dejó de hacer.
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