jueves, 31 de agosto de 2017

Del transhumanismo a lo poshumano

En agosto hemos podido tener un par de sesiones del Aula de Teología. Tratamos del transhumanismo. Puse un powerpoint que ahora no quiere subir a este blog. Por eso transcribo el texto. 

Me gustaría, si lo ves conveniente, que dejases un comentario. Vamos allá.



En qué consiste

Se llama trasnhumano el proceso de transformación del ser humano a raíz del progreso de las ciencias y las técnicas emergentes. La meta es convertir ese ser humano en posthumano: una especie de hombre superior, después de haber asimilado y hacer propios los añadidos tecnológicos. 
Hasta ahora la ciencia y la técnica le han servido en su actividad: en la salud, el trabajo, la guerra, la comunicación, etc. 
Los nuevos avances, verdaderamente veloces, quieren transformar su naturaleza.
Se trata de una nueva ideología que quiere un progreso sin barreras de pensamiento, de moral, de religión. 
A partir de ahora, es el hombre, y no la evolución, el nuevo hacedor del hombre.  
Eliminará el dolor, le hará disfrutar de un mayor placer y le otorgará una vida más longeva. 

Quiénes inspiraron estas ideas

René Descartes -s. XVII-, que al entender el yo espiritual y el cuerpo como realidades independientes, abrió la puertas a la manipulación del cuerpo.
Francis Bacon, que propone la materia cuantificable como único campo de investigación de la ciencia.
Hobbes, Locke, Hume –s. XVIII-, que afirman que  todo el hombre es materia.
August Comte que explica las etapas de la Historia: la primera religiosa, la filosófica, y por último la científica.
Ludwig Feuerbach padre del ateísmo actual –s. XIX-, que entiende la religión como una proyección de estados ideales deseables. 
Charles Darwin, que propone la teoría del cambio de las especies por evolución progresiva de la materia. 
Los trashumanistas contemporáneos -Nick Bostrom, Davis Pearce, entre otros, fundadores de la WTA Asociación Transhumanista Mundial, hoy día  llamada Humanismo Plus (H+) -, que aspiran a que el hombre guíe la evolución de su propia especie, como ya lo hace con especies vegetales o animales.  

Nick Bostrom
Filósofo sueco. Nace en 1972. Trabaja en Oxford.
Resumen de su artículo: Qué es el transhumanismo

En los últimos años surgió entre un grupo de científicos al frente de la investigación en áreas como computación, neurología, nanotecnología y también investigadores en tecnología punta, un nuevo paradigma.
Nick Bostrom
El paradigma anterior partía de la base de que la "condición humana“ es básicamente constante.  
Este viejo paradigma ya no es válido y, por tanto, verdadero, en términos absolutos.  
El "Transhumanismo" ha ganado adeptos al proponer  -basándose en los nuevos avances científicos-, que la condición humana es esencialmente alterable.  
En realidad, el futuro es visto de forma confusa por el transhumanismo, pero sin duda está lleno de posibilidades muy excitantes. 
De hecho, Bostrom emplea el cálculo de probabilidades para adivinar el futuro, puesto que cree firmemente que todo lo posible debe ser probado y puede ser real. El hombre hace lo que se propone.

Las nuevas tecnologías

La puesta en práctica del poshumanismo se apoya en el desarrollo de las llamadas tecnologías emergentes como la nanotecnología, biotecnología, nuevas tecnologías de la información y ciencia cognitiva. También la farmacología, la inteligencia artificial, las neurociencias y el uploading
Esta última tecnología consiste en escanear y transferir un cerebro biológico a un ordenador. 

Para la continuación de la personalidad importará poco si la persona está implementada en un chip de silicio dentro de un ordenador, o en la materia gris de su cerebro. Por eso podrá programar o reparar, mediante el ordenador, su cerebro, preparando su actividad de mañana.
Todo esto, junto a la que llaman, para que suene bien, ‘beneficencia procreativa’ -pura eugenesia-, conformará un nuevo Génesis creado por el hombre. Un nuevo paradigma desde el que orientar el futuro. ¿Qué futuro? El que se pueda ir construyendo. ¿Durante cuánto tiempo? Hasta la muerte, pero será ampliado el tiempo de vida.  

El manifiesto hedonista de Davis Pearce
Filósofo ingles, 1959-2000. 

“Este manifiesto define una estrategia para erradicar el sufrimiento en toda la vida consciente.”  Así comienza su manifiesto titulado El imperativo hedonista. 
Pearce cree que a través de manipulaciones tecnológicas tales como la ingeniería genética, el desarrollo de mejores drogas, y la estimulación  de zonas del cerebro, los seres humanos pueden vivir en una especie de paraíso en el cual todos los estados desagradables de conciencia pueden ser desterrados en una “nueva era darwiniana”. 

En concreto, si se estudian las vías seguidas por la dopamina, el opio y la seratinina en el sistema mesolímbico. Las drogas del placer y su mejor aplicación en el organismo humano. 
Cree que la nueva fe en este atractivo proyecto, transformará y unificará el anhelo de las sociedades que sin duda trabajaran en este proyecto.

Pero, en definitiva, Pearce cree que el gran cambio hacia una sociedad hedonista vendrá de la mano de la intervención genética: “La terapia génica se dirigirá a las células somáticas y, con aún mayor premeditación, a la línea germinal” (bebés a la carta).

Tres vías para vencer los desafíos técnicos que se presentan, según Pearce

Primera.-  El cableado cerebral. En las drogas, a la “subida” sigue el “bajón” o recompensas disminuidas. Algo similar ocurre con las recompensas “naturales” de comidas, bebidas, sexo. Pero con el cableado cerebral esto no sucede. Aunque será difícil extenderlo a todos.

Segunda.- Diseñar mejor las drogas. Las drogas del placer del futuro serán mucho más ricas en sus efectos. Nos estamos perdiendo estados de conciencia increíblemente hermosos  debido a las anticuadas ideologías bioconservadoras. 

Tercera.- La ingeniería genética, con la que estamos a punto de alcanzar una verdadera revolución reproductiva  -la era de los “bebés de diseño”-, donde los padres elegirán la constitución genética de sus hijos.  

Todo esto es un paso más hacia una situación post-darwiniana, a través de la ingeniería celestial (como Pearce la ha llamado). 

Necesitamos un nuevo concepto de 'salud mental'

Necesitamos –continúa Pearce-, un nuevo concepto enriquecido de salud mental. 
Actualmente, si una compañía farmacéutica diera con una droga ideal del placer – una droga mágica, con enorme potencial de comercialización, diseñada para enriquecer las vidas de las personas que la tomasen- no conseguiría una licencia para comercializar su producto. 
Como tampoco una droga que aumentase nuestra inteligencia. 
Esto se debe a que es necesario indicar alguna enfermedad oficialmente reconocida, o algún trastorno, para autorizar  la droga que alivie o pueda curar. 
Potenciar nuestras capacidades sin que estemos enfermos, no es posible. Es ridículo. 

Qué entienden por Ética

James Hughes, Sociólogo norteamericano. Trabaja en la Universidad de Massachusettes, Boston. Nacido en 1961.
En 2004 Nick Bostrom y James Hughes fundaron el Instituto de Ética y Tenologías Emergentes (IEET). En su web encontramos sus objetivos.
El IEET promueve ideas para aumentar la libertad, la felicidad y la prosperidad humana, con tecnologías seguras y equitativamente distribuidas.
La revolución liberal democrática ha creído siempre que las personas son más felices cuanto más controlen sus vidas. Hoy día, razón, ciencia y  tecnología proporcionan un tipo de control que nos libera de la ignorancia, el trabajo, el dolor y la enfermedad. 
La democracia ofrece el control de las libertades civiles. Hemos de llegar a una nueva Declaración Universal de Derechos Humanos que prometan salud, bienestar y educación para todos.
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Pero hay una coalition bioconservative, de bioeticistas, conservadores religiosos, ambientalistas, que son críticos con la biotecnología. Por eso los technoprogressives han de vigilar el proceso y argumentar a su favor

Hacia una nueva cultura

C .P. Snow (1905-1980), en Las dos culturas y la revolución científica, (1959 y revisado en 1963), propone llegar a una nueva cultura que sea síntesis entre ciencia y humanidades. Pero, antes:

PRIMERO. ¿Podemos mejorar la naturaleza humana? -Parece que sí, siempre lo hemos intentado.
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SEGUNDO. ¿Es el bienestar el fin de la vida del hombre?
-Como ha dicho Leonardo Polo, hacer recaer sobre el cuerpo toda la felicidad del hombre, es excesivo. El bienestar, el placer, no llega a tanto. Aún cuando se logre prolongar la vida del hombre -de alguno, difícilmente de muchos-, tres, diez, cincuenta años. 

TERCERO. ¿Qué alcance ha de tener el proceso de mejora?
-Mejor no abusar, Como dice Carlos Izpisúa en la entrevista publicada, la evolución ha tardado miles de años en cambiar.  

CUARTO.  ¿Será posible controlar siempre este proceso en el hombre, en las máquinas?
-Hay ya máquinas que ellas mismas mejoran su funcionamiento, lo reparan, lo defienden... ¿Se defenderán también del hombre?
-Algunos hombre no son capaces de limitar el consumo de alcohol, de drogas, ¿llegarán a controlar en todo momento sus adicciones a la técnica que ellos mismos se puedan aplicar?

QUINTO.  ¿Quién debe tener la responsabilidad: los científicos, cada persona particular, la sociedad?


Tener en cuenta

Primero. En todo esto late una pretensión  ANTROPOTEÍSTA, pensar que el hombre es Dios. El progreso está en probar hacer todo lo que el hombre puede hacer. ¿Adónde llegar? No se sabe, ni importa. Lo importante es el progreso del poder humano.
Dios nunca ha pretendido hacer todo lo que es capaz de hacer. Tiene un proyecto, hacer feliz al hombre por el amor, y lo realiza. Aún a costa del sacrificio de Jesucristo, que nos indica cómo recorrer ese trayecto. En cambio el hombre:

        *Quiere hacerse creador;
        *Providente;
        *Legislador moral y formador de las conciencias.

Segundo. Hemos de subrayar LA UNIDAD DE LA PERSONA. No es una dualidad. Cada potencia, cada órgano, no la divide. Por eso, mejorar o empeorar el pensamiento, repercute en todo el cuerpo, alterar el cuerpo, sus tendencias, sentimientos, afectos, influye en la visión global que se puede tener sobre la vida.

Tercero. EL HOMBRE NUNCA PODRÁ MODIFICAR EL PROYECTO DE DIOS SOBRE LA PERSONA: aunque lo intente. Podrá actuar en la naturaleza, pero no en su Creador. El acto de ser personal es un don directo de Dios, La belleza de la creación nos habla de su bondad. También la capacidad humana de pensar, de actuar con libertad, de hacerse responsable de cuanto existe y de cuanto hace.

El destino del hombre es la plenitud del amar. Tras el pecado, le cuesta comportarse siempre con generosidad, surge el egoísmo, se centra en el bienestar y en el placer. Pero su comportamiento no destruye su llamada al amor. Puede recibir ayuda porque Dios es misericordioso. Aunque cabe la rebelión total.  

Cuarto. LA SALVACIÓN, COMO LA CREACIÓN, ES TAREA DIVINA, NO HUMANA. Nosotros no creamos el ser, simplemente transformamos la materia ya creada. Día a día tejemos la urdimbre de la historia, pero es Dios quien dibuja sobre ella los temas grandiosos, que son los suyos, los salvadores del hombre. El ejemplo de la Virgen María es muy claro: su vida fue muy sencilla, pero Dios dibujó, o tejió, o construyó con su vida una historia maravillosa. Ella lo reconoció en su canto ante Isabel (el Magnificat)


Bibliografía transhumanista elemental

En la red pueden encontrarse multitud de datos. Indicamos donde encontrar a los principales propagodores.

-Declararación transhumanista, 1998, revisada en 2009:   www.transhumanismo.org/declaracion.html
-Transhumanismo:    https://es.wikipedia.org/wiki/Transhumanismo
-Humanismo Plus  (antes WTA , Asociación Mundial Transhumanista):   https://es.wikipedia.org/wiki/Humanity%2B
-Nick Bostrom:   https://es.wikipedia.org/wiki/Nick_Bostrom
-Davis Pearce:   https://es.wikipedia.org/wiki/David_Pearce
-Entrevista a D. Pearce, por U.R. Sirius:    https://www.hedweb.com/hedethic/es.html
-Entrevista a Bostrom y Pearce:    https://www.hedweb.com/transhumanism/index.html
-Página personal de Nick Bostrom:    http://www.nickbostrom.com/
-Página personal de David Pearce:    https://www.hedweb.com/
-James Hughes:  https://es.wikipedia.org/wiki/James_Hughes
J. Hughes es presidente y cofundador, junto con N. Bostrom, del Instituto de Ética y Tecnologías Emergentes:      https://ieet.org/

Bibliografía sobre el transhumanismo

Aumenta cada día, aquí indicamos algunos de los trabajos que lo comentan.

-J. Ballesteros, Biotecnología y posthumanismo, Thomson-Aranzadi, 2007,   500 pgs.
-Adela Cortina y otros:   www.bioeticaweb.com/transhumanismo
- Alejandro Madruga González:   cibernetica.wordpress.com
-X. Reyes Matheus, Felicidad transhumana;  R. Gómez Pérez, Tercera cultura: un caso de miopía:  Aceprensa 21.enero.2009; 4/09
-Extracto de la conferencia de N. Jouve de Barreda:   Transhumanismo: la utopía de reinventar la especie humana.  Aceprensa 26.VII.2013
-Transhumanismo: una utopía peligrosa.  Reseña de dos artículos publicados en Cuadernos de Bioética, n. 85, vol. XXV, (2014) 3ª.  En Aceprensa, 1.IV.2015.
-R. Cascales:   iWatch: el cabayo de Troya tecnológico.  En Aceprensa, 23.III.2015.
-R. Gómez Pérez, ¿Vamos hacia lo poshumano?.  Reseña de dos libros, Aceprensa, 31.III.2016.
-J.R. Amor Pan,  El poshumano que viene,  en Alfa y Omega, 18.v.2017,  p. 22.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Oía esas palabras -transhumanismo, transhumano-, y me imaginaba algún modo de intervención en el hombre. Tanta ciencia, tanto avance médico... Me parecía estupendo poder mejorar la vida humana en alguno de sus aspectos. Ahora bien, no suponía una meta tan avanzada. Me parece un ideal excesivo. Yo creo profundamente en la capacidad humana. Ahora bien, creo más en ella que en el hombre mismo, es decir, en cómo querrá aplicarla. Da un poco de miedo.

Anónimo dijo...

Progresaremos muchísimo, de forma inimaginable. Pero de ahí a formar -a crear- un hombre nuevo... Hasta ahora solo se logra que vivamos más años. Bien, pero con qué calidad de vida. ¿Deseamos quedarnos más tiempo en la tierra? Si, pero el final va a llegar. ¿No sería mejor poner todo el esfuerzo en hacer más grata la vida de tantos millones de gente? Pero el hambre, la guerra, el odio, los atentados, las persecuciones continúan.¿Transhumanismo?