domingo, 19 de enero de 2014

La bondad del diálogo

Hay diversos tipos de sonidos que emergen de la naturaleza. Unos son fieros, otros embelesan, otros son simpáticos, hay de todo. La voz humana es la más modulable de los sonidos que pueden emitirse: puede ser dulce, fiera, agradable, horripilante, de todo.

Lo mejor de la voz humana es que puede contener temas riquísimos, variadísimos. Y también los puede cantar.

Hoy prima la música, por no decir los cascos con auditivos. Me parece exagerado afirmar que hay más cascos que libretos musicales, pero cualquiera sabe. ¿Música sinfónica o canción? Para mí, canción, siempre que comparemos música espléndida y canción espléndida. Canción., porque puede modular temas más variados y profundos que la música, únicamente sensible.

¿Música y canción o diálogo entre personas medianamente inteligentes, mejor si son entendidas en una materia? Conversación. Me parece admirable el uso de la razón (lógos) de varias personas intentando acertar a definir un problema o a darle solución. Es decir, buscando una verdad o un bien, en un ir y venir de argumentos (diá).

Se puede hablar con mucha gente. A los cristianos Jesús nos propuso dialogar con Dios Padre. ¡No está mal la propuesta! Nosotros le hablamos prestándole atención, y Él nos inspira interiormente sus propuestas. Es eso que llamamos oración.

También se puede hablar en familia, con el marido, la esposa, los hijos. Seguro que son temas más interesantes los que se pueden hablar entre ellos que entre clientes, o en el trabajo. Aunque nada hay imposible. Las conversaciones entre amigos o amigas pueden 'estar muy bien', también.

En los temas prácticos, que son muchos de los temas habituales, intentamos ponernos de acuerdo, porque verdad definitiva no hay. Esos temas son opinables, aunque eso no quiera decir que tengan el mismo valor todas las opiniones.

Señalar los temas preferentes a un colectivo de personas es propio de una autoridad. Sería deseable que esa autoridad fuese respetable por haberla ganado a pulso. Si no es así, la autoridad tiene que imponerse. En la Iglesia Católica este tema de la autoridad está muy bien solucionado. Sabemos que el Espíritu Santo sugiere directamente qué persona ha de ser elegida como Papa. Hemos de pedir que esa realidad no se desvirtúe nunca. Porque el Papa pasa a ser la autoridad que indica las prioridades en la vida espiritual y en la vida práctica de todos los cristianos, en su vida organizada o en su vida personal. ¡Qué fácil! Puestos a discutir, podemos discutir hasta del tipo de letra con el que escribir estas líneas. Puestos a saber aceptar lo que nos brindan, somos capaces de entender con nuestra razón lo que otra razón inspirada nos propone. ¡Qué bien!

3 comentarios:

Francisco dijo...

Los pájaros emiten sonidos, la música tiene mayor riqueza y mueve sentimientos. Pero la variedad temática que puede abarcar la voz humana es tremendo.
Esa capacidad se eleva al máximo cuanto más altos sean los temas que se aborden. Y solo tiene sentido el habla si es para tratar de la verdad o del bien, o de la belleza de ambos.

Javier dijo...

Como no se hable mucho en casa, interviniendo todos, desde los padres a los pequeños, no se enseñará a conversar. Y no es fácil, hay que enseñar a escuchar y a guardar el turno para hablar. Bueno, eso es mucho pedir, pero se va haciendo lo que se puede.

Anónimo dijo...

¡Qué difícil dialogar, qué difícil! ¿Imposible? No voy a decir que lo sea, pero ¡qué difícil?
¿Donde encontrar a personas así? Yo no las encuentro. Alguna vez un amigo, o alguien. Un poquito, alguna cosa. Y silencio, que si no comienza la discusión.