miércoles, 7 de abril de 2010

El "descompromiso" de los discípulos de Emaús

El espléndido pasaje del Evangelio de san Lucas (24,13-35), nos muestra la reacción "descomprometida" de Cleofás y su compañero. ¿Cómo interpretarla? Me parece que hay muchos matices en los que fijarse y de los que extraer una gran lección. Hoy, mi punto de vista es este.

Los dos discípulos siguen encantados a Jesús, les deslumbra, están dispuestos a ir con Él al fin del mundo. Pero ahora les falta Jesús, y el proyecto de vida diseñado por Él desaparece. Sin Él parece imposible. ¿Qué queda tras la muerte de Jesús? El guirigay de opiniones de unos hombres como ellos, de su mismo nivel. Y en ese plano, donde cada hombre puede ser una opinión, no quieren estar. Se ha acabado la magia de Jesús. Para seguir una opinión humana, mejor la propia. No quieren discutir, se van.

Esta actitud supone una falta de madurez humana y, por supuesto, sobrenatural. "Te falta la madurez y el recogimiento de quien camina por la vida con la certeza de un ideal, de una meta" (Surco 553). ¿Qué es primero, la idea, el ideal, o la persona de Cristo? Benedicto XVI responde algo que conocemos muy bien por san Juan: que el Lógos es persona divina. Es idea, es razonamiento, es persona.

En el Evangelio de Emaús nos encontrams a Jesús recordándoles desde Moisés y los profetas, todo lo que se decía de Él en la Sagrada Escritura. La idea vuelve a deslumbrar a los discípulos, pero no ven a Jesús detrás. Eso ocurre cuando, sin embargo, invitan al personaje a entrar en su casa. Entonces, detrás de la idea, del sentido de los acontecimientos, ven la persona de Jesús. Son imprescindibles idea y persona, no porque sean realmente dos elementos distintos, sino porque son dos elementos unidos que hay que entender y armonizar.
¡Con cuanta razón san Josemaría Escrivá supo mostrar la necesidad de repetir los mismos argumentos, periódicamente, en los medios de formación! Cuando decae la idea, se pierde la persona.

Recobrada la idea, ven a Jesús presente y se dan cuenta de su deber: volver a la iglesia, a la reunión de los Apóstoles, en los que Cristo está presente a través de Pedro. Volver para afrontar la vida personalmente, sin renuncias, sin desánimos. Para vivirla con la vista puesta en Cristo y en la voluntad de Dios, sin liarse torpemente en razonamientos humanos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El "descompromiso"... como bien dice usted, los discipulos estaban y se sentian felices, encantados con Jesus, su Maestro.
Es claro que en Cristo el termino IDEA - PERSONA es el mismo. Ahora bien con la perspectiva de 2000 años en el tiempo, quizás,en los hechos de Emaus podriamos hablar en terminos de FE,ERSPERANZA... palabras más familiares o cercanos de comprensión.
Bien, como comentaba;- Cristo los habia dejado encandilados,-...pero los "peros" humanos,hacen su acto de presencia con la muerte de Cristo.¡Pero sin EL ¡,¿a donde ir? ¿quienes somos?,¿Que hacemos?...
EL muere y con el se les marcho su FE y con ella su ESPERANZA.Ellos se
sienten solos,sin rumbo,perdidos...
Ayer como hoy, la falta de la Fe nos precipita fuera del camino.
Y hoy como ayer, nos visita Cristo.
A los discipulos en el camino de Emaus y con su "sola" presencia y palabra les lleva de nuevo la vida a sus raices,su iglesia apostolica,
¡recobran su FE ¡ y con ella renace
el fruto de la ESPERANZA.
A nosotros, nos dejo el maravilloso
legado de su palabra, con el que nos despierta a la FE y tambien su presencia oculta y escondida bajo las apariencias de la Hostia en la
comunión.¡Y entra, tambien, en nuestra casa¡,despertandonos a la ESPERANZA.
Nosotros,hoy, como hace ya dos mil
años los apostoles tambien debemos
afrontar la vida con el coraje y
el deber de mantener vivo aquello
que Cristo nos lego,nuestra iglesia
apostolica,(Recomprometamosnos).
Recordemos aquellas palabras del Padre Alvaro, que decian, " Que mi FE en TU amor y misericordia sean
siempre mi ESPERANZA".(Estas palabras, se las escuche hace tiempo a una persona muy querida para mi y creo siempre las tendre
en mi memoria).