sábado, 13 de febrero de 2010

Ser mujer en el siglo XXI, obra de las mujeres

Una buena tarea tiene la mujer en este siglo, recrear el papel de la mujer como persona, como madre, como profesional, como ciudadana.

Ellas mismas comenzaron un movimiento reivindicativo, político y social, que pretendía la igualdad de derechos con el hombre. Pero se les ha ido un poco la mano, se han metido en ideologías y en teologías feministas. Que es tanto como parcelar y cultivar semillas en mal estado.

Pero más que acudir a la invención, habría que acudir a la realidad. A ver, ¿cómo saber lo que es una patata? A ver, ¿cómo saber qué es una mujer? A continuación de la pregunta, ellas mismas tienen que decirnos quienes son, qué pretenden, cómo se comportan, que esperan de los demás. Jesús dijo, a propósito de la ley, que no venía a destruirla sino a darle cumplimiento. Y así con todo. Y así con la mujer y con el hombre. Hay que partir de la realidad, ¿cómo vamos a inventárnosla? A partir de ella, habrá que reforzarla y darle vida, una vida cristiana. Está en juego ella misma, el futuro del matrimonio, de los hijos, de la educación, de la sociedad, de la política..., de todo aquello en lo que han de tomar parte activamente. Ellas constituyen, simbólicamente lo digo, al menos, la mitad más uno de la población.

Todo ser humano es distinto uno de otro. Si las huellas dactilares lo son, qué diremos de la complejidad del ser personal que es su propietario. Somos distintos un hombre de otro, y una mujer de otra, aún dentro del hecho de ser hombres o mujeres, y de ser mujeres y hombres.

Ha habido mucha manipulación y la sigue habiendo. El hambre, la vanidad en sus distintas facetas, la ignorancia, han hecho que la mujer acepte papeles que, por dignidad, nunca deberían haber aceptado. Lo peor de todo es cuando ella misma se los apropia, porque cree que así triunfa sobre la masa, la mediocridad, el aburrimiento, la dispersión, y también triunfa gozosamente sobre los que se escandalizan. 

El 14 de febrero es una fiesta de la mujer en el Opus Dei. Toda mujer ha sido llamada a serlo por el Creador. Pero por si alguna no se entera, la Iglesia se lo recuerda. Y, además, Dios llama a algunas a secundar la fecunda tarea que inició María, ejemplarmente virgen, esposa, madre, trabajadora en su hogar por amor a los suyos, y a todos los demás, que somos nosotros.

2 comentarios:

Nacho Acedo dijo...

Lo peor de todo es que la mujer, siendo uno de los pilares fundamentales de la sociedad, en tanto que lo es de la familia, se ha dejado transformar de protagonista de unas reivindicaciones civiles justas, hace ya muchos años, en instrumento de políticas que, lejos de buscar una consolidacion o mejora de aquellas reivindicaciones, persiguen mediante una alienación feminista de la propia mujer la destrucción de otros pilares básicos de la sociedad Cristiana y occidental, tales como la familia, la Religión, la fraternidad ciudadana, el amor y respeto a los padres, etc... Al final, todo tiene un mismo fin, que es sin duda, el triunfo del hombre masa, desprovisto de valores y libertad de la conciencia, que tanto gusta ahora y siempre a regímenes totalitarios de orientación marxista. Espro que la mujer despierte efectivamente y se rebele contra esa manipulación de su cuerpo, de sus aspiraciones y de su verdadera posición en la sociedad, que, efectivamente es, junto al hombre, sumando la mitad más uno, más dos, pero sumando juntos y no compitiendo.

Anónimo dijo...

el problema es qe algunas chicas basan su autoestima en el hecho de ser miradas por los chicos, aceptadas, deseadas, y para eso su comportamiento es imitarles en sus comportamientos mas feos. Soy mujer, esposa y madre de hijos varones, y tambien soy catequista de chicas sobre todo, les cuento los comentarios que oigo sobre esas que han cedido en sus principios, para ser aceptadas en esa grey adolescente, que no son comentarios precisamente halagadores. Los chicos buscan feminidad, que no significa ni sometimiento, ni anulación de la propia personalidad, ni falta de libertad para ejercer una profesión, pero si lo que dijo Juan Pablo II sobre nosotras y que yo resumo en "hacer el mundo mas humano, mas acogedor, mas hermoso, a base de amor del bueno".