domingo, 31 de mayo de 2015

La Gran Familia

   Dejo constancia de unas palabras de san Ambrosio de Milán:

   "El Padre es quien da, por mediación de aquel que es su Palabra, lo que el Espíritu distribuye a cada uno. Porque todo lo que es del Padre es también del Hijo; por esto, todo lo que da el Hijo en el Espíritu es realmente don del Padre.
 
   De manera semejante, cuando el Espíritu está en nosotros, lo está también la Palabra, de quien recibimos el Espíritu, y en la Palabra está también el Padre realizándose así aquellas palabras: El Padre y yo vendremos a él y haremos morada en él. Porque, donde está la luz, allí está también el resplandor; y, donde está el resplandor, allí está también su eficiencia y su gracia esplendorosa."

   Muestran la diferencia de personas y la unidad tan íntima que poseen. Una vez más, la fiesta de la
La Virgen María, admitida en la 'familia de Dios'
por su maternidad divina. Gracias a Dios y a Ella
también nosotros formamos parte
de esa gran familia 
Santísima Trinidad nos invita a entender muy bien a Dios. 
Entendámonos. Conocer bien muy bien a una familia, a las personas que la constituyen, no significa comprenderlas en su totalidad, hasta el punto de saber todo cuanto piensan y el por qué de todas sus decisiones. Conozco la familia y tengo amistad con cada uno de sus miembros. Puedo hablar de ellos con conocimiento de causa. 

   Una vez más -eso sí, era gente muy joven-, hace unos días un chico se 'liaba' un poco al hablar de la Trinidad de Dios: eran tres personas que se reducían a una, o algo así intentaba explicar.                      

 -No, no, ¿Existe tu familia? -Si. -¿Y de cuántas personas se compone? -De cinco, papá, mamá, mis dos hermanos y yo. -¿Y todos os reducís a una sola persona? ¿Cómo es eso? -No, cada uno es una persona distinta? -¿Y la familia, no existe entonces? -Sí existe. -¿Con independencia de vosotros cinco, o la formáis vosotros cinco? -La formamos los cinco. -Luego, tú familia existe en cinco personas distintas, ella no es persona. -Eso, es. -Pues lo mismo ocurre con Dios trino, un solo Dios en tres personas distintas. 

   Mínimamente, se puede explicar. Lo debemos saber y lo hemos de transmitir. No hay problemas en eso.  

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