lunes, 14 de mayo de 2012

Hablar con claridad de temas morales

Los asuntos morales tienen su momento, no puede estarse hablando continuamente de ellos. No son el principal tema de conversación, le superan otros como la santidad, el apostolado, la convivencia, la educación.

Pero es verdad que a veces toca nombrarlos y, entonces hay que hablar de ellos con profundidad y claridad. Es lo que no se ha hecho con demasiada frecuencia desde los años 60, según el cardenal de Nueva York,. Nos hemos dedicados a las palabras fáciles, a hablar de amor, fraternidad, filantropía.

Mons Timothy Dolan fue el interlocutor del presidente Obama en asuntos concernientes a la Iglesia católica, en materias de educación, o de sanidad, o cualquier otra. El presidente americano ha tomado una línea de conducta que ha arroyado la posición católica en materias de educación sexual en la enseñanza o de conducta moral en los hospitales.El absolutismo relativista está de moda y lo adoptan los líderes políticos con toda paz. Parece que no saben gobernar atendiendo a las minorías que disienten de lo que la minoría relativista -adinerada- propone. No hay que olvidar que en tiempo de crisis no hay nada como anunciar que empresas así van a crear muchos puestos de trabajo.

Como resultado de esa falta de apoyo a la doctrina católica, como se vio con Pablo VI en el caso de la publicación de la Humanae vitae, la ignorancia de los católicos en materia de sacramentos, de la unidad a la doctrina y las normas litúrgicas y no litúrgicas emanadas de la autoridad correspondiente -no del listillo de turno-, de lo referente al divorcio, a la ética sexual entre esposos y no esposos, a la fecundación in vitro, al uso de productos abortivos con intenciones anticonceptivas, etc., es mayúscula. La prueba es que entre ellos -entre bautizados-,  se dan tantos divorcios y abortos, y su asistencia a sacramentos o su manera correcta de recibirlos es preocupante.

Seguimos en manos de las grandes empresas productoras de recursos contra la concepción, que aumenta sus clientes en cada generación a base de proponerles sexo fácil a los siempre incautos jóvenes de turno. Pero a cuantas personas caigan en la cuenta del engaño, y quieran vivir limpiamente su vida personal, matrimonial, y educar limpiamente a sus hijos, hemos de decirles que se enteren, que se informen, que se formen, que lean los textos emanados de la Santa Sede, que lean y escuchen al Papa. Seamos inconformes, ¡rebeldes!, con la tiranía relativista en la que nos tocado vivir.

1 comentario:

Isaías dijo...

Nadar en la ambigüedad, servir con una mano al Señor y con otra al mundo, elegir lo cómodo a lo correcto, son el camino seguro al pozo del agua que da más sed, y es una pena constatar como cada vez está más generalizado abandonar la fuente del agua viva por charcas estancadas. Reducimos así el tamaño de nuestra alma y el sueño de Dios para nuestras vidas, dejando de servirle en Espiritu y en Verdad, haciéndonos conscientes demasiado tarde de que nuestro corazón está hecho sólo para Él, y no estará en Paz hasta que no descanse en Él, de que no hay otra Vida sino la cristiana, y ésta en fidelidad a la Iglesia.