martes, 12 de mayo de 2015

Por primera vez

Hoy, doce de abril, se celebra el día litúrgico del beato Álvaro del Portillo. Y por primera vez puede celebrarse la Misa con los textos propios aprobados. Así lo haremos en Maynagua, a las siete de la tarde. 

Siempre me llena de admiración el resumen que de su vida puede hacerse: tras conocer al Fundador del Opus Dei, don Josemaría Escrivá, captó lo original y difícil de la misión que Dios le encomendaba, y se puso a su disposición para cuidar de él, personalmente, y ayudarle en lo posible a llevarla a cabo. Cuando le sucedió, le bastó con proseguir los proyectos que san Josemaría tenía preparados. Proyectos nada fáciles, por otra parte: el reconocimiento jurídico del Opus Dei, que tantas dificultades había encontrado; la preparación y culminación de una causa justa, como era la beatificación y canonización del Fundador; la expansión de la Obra a nuevos países; la Universidad Pontificia que culminaba la preparación de tantos candidatos al sacerdocio, etc.

-No tienes un santo patrón, porque Álvaro de Córdoba es beato. De modo que vas a tener que ser santo. Le había venido a decir san Josemaría. En la actualidad es santo Álvaro de Córdoba, y pedimos a Dios que lo sea en breve el beato Álvaro.   

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