lunes, 28 de diciembre de 2009

Mi amigo Ben, plantea un caso de moral: bajar cosas de internet

“¿Es un pecado piratear software (películas, música, lo que sea...) como suele hacerse?

Sabemos que robar es un pecado. Consiste en apropiarse de lo que es de otro y quitárselo, dejando a la persona sin su posesión. Visto así, piratear no sería un delito, porque simplemente copio algo, y no impido que la otra persona lo siga vendiendo. Es similar a los escribas de la edad media, que copiaban textos sin pedir ningún permiso ni pagar dinero a los autores de los textos. Nadie culparía a esos escribas de estar robando algo.

Por otra parte, el software, las películas, la música... son fruto de muchos trabajadores que honradamente se esfuerzan y viven de ello. Pirateando los estamos privando de los beneficios de su trabajo. Esto me suena más a la necesidad de "justicia social" que a un mandato divino, pero desde el amor a prójimo se podría argumentar que debemos retribuir a esos trabajadores cuanto esté en nuestra mano, siempre que no demos menos limosna por ello, a otra  gente que nosotros consideremos  verdaderamente necesitada.

Entonces, ¿es un pecado o no?, y si lo es, ¿cómo de grave?”
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Te respondo: En Moral no ocurre como en los casos de legalidad civil. En la vida ciudadana puede hacerse aquello que no está prohibido y si lo está, quizás se ha de sortear la ley para no caer bajo su condena. En Moral cada persona debe procurar hacer bien las cosas, y hacer el bien a las personas. Las leyes morales sirven de orientación para realizar ese bien y no hay que sortearlas.

Si un campesino tiene un campo de naranjas, ¿podríamos tomar una, dos, cinco, diez? Habría que examinar si el dueño vive de su venta, o si este año ni siquiera las va a recoger. No es lo mismo una situación que la otra.

En la red las cosas son más complicadas, por lo pronto, hay en ella mucho material. ¿Puede uno “bajarse” lo que quiera? Lo normal, ya sabemos sería que cada uno comprase lo que necesitase, pero hay quien prefiere que la gente conozca lo que hace, o que utilice programas, canciones, vídeos, etc., porque le da publicidad y la gente termina comprando otros productos. 

En definitiva, no se trata de robar o no robar, o de que el robo sea pequeñito o importante. No se debe robar en ningún caso, sino que tenemos ahí una multitud de productos que podemos tomar.

Se puede decir: 1) que lo que está a disposición de todos en la red se puede “bajar”, pero no de forma abusiva: por ejemplo, que sea para uso personal, o para dejar a algún amigo; 2) por tanto, sin hacer negocio con ello, vender copias o algo así; 3) si un programa se abarata sería mejor comprarlo. 4) Las personas individuales con poder adquisitivo o las empresas, deben comprarlos. A veces los precios son altos para asegurarse la casa emisora de programas unas entradas de dinero. La misma empresa premia a los compradores con actualizaciones que los que lo piratean no pueden obtener. Y otras veces la misma casa facilita actualizaciones incluso a los piratas, porque de ese modo abren mercado a otros productos nuevos de los que obtienen ganancias.

Pero todo ya lo conoces muy bien, amigo Ben, e incluso mejor que yo. Sigue en pié que cada persona debe tener una conducta coherente desde el punto de vista ético, y procurar hacer bien las cosas, y hacer el bien a las personas. ¿Puedo utilizar las papeleras de la calle? Para eso están. ¿Las puedo romper o hacer pintadas en ellas? No. ¿Le puedo quitar el perro al abuelito, o el chupa-chups al nene? Déjalos en paz. ¿Puedo recoger un sillón que no es mío, pero que otros han dejado en la esquina? Cógelo.

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